Verá mi pequeña Amelie:
Usted no tiene los huesos de cristal, podrá soportar los golpes de la vida, si usted deja pasar esta oportunidad, con el tiempo su corazón se irá volviendo seco y frágil, como mi esqueleto.¿A qué espera?, anda vaya a por él.
Abre la puerta rápido desando que no se haya ido aún. Y ahí esta él.
-Yo solo... Murmura.
Ella le tapa la boca con su mano y le arrastra hacia el interior cerrando la puerta detrás de él, se quedan callados mirándose. Ella le besa la comisura de los labios, el cuello y por último el ojo. Él hace lo mismo.
lento, sueve, sinténdose, amandose.
28 de septiembre de 1997, once en punto de la mañana.
En el parque de atracciones, muy cerca del túnel del terror, la máquina de amasar melcocha, amasa melcocha.
En ese instante en un banco de la plaza Millet, Felix Lair descubre que hay más conexiones en el cerebro humano que átomos en el universo.
Mientras tanto a los pies de Sainte-Cair las monjas practican su revés.
La temperatura es de 24 grados, la humedad del 70 por ciento y la presión atmosférica de 999 milibares.